UN ARTÍCULO REVOLUCIONARIO SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA
El 20 de mayo de 2007 falleció STANLEY MILLER. También en el
mes de mayo, el día 15 pero de 54 años antes, había publicado en la revista SCIENCE un artículo que
supondría el inicio de una línea de investigación que continúa hoy día. Miller
lo tituló: “Producción de aminoácidos en
las posibles condiciones de una Tierra primitiva”.
Miller, estudiante de doctorado con Harold UREY pretendía
poner de manifiesto que la aparición de materia orgánica, primer paso para la
generación de vida, podía haber surgido de manera espontánea bajo ciertas
condiciones fisicoquímicas, que eran plausibles en una Tierra primigenia.
Su experimento consistió en someter a descargas eléctricas
(producidas por tormentas eléctricas, p.ej) una mezcla de gases que podía
considerarse razonable estuvieran presentes en una atmósfera terrestres ausente
de oxígeno en aquellos momentos.
Después de varios días aparecieron, además de algunos ácidos
orgánicos, aminoácidos que son la base de la posterior síntesis de proteínas.
Este experimento, motivado por la obra de OPARIN y la
concepción evolutiva extendida al extremo, a la aparición de la vida, corroboró
estas hipótesis sobre la existencia de una “sopa prebiótica”.
En esta dirección se pude disponer del artículo de S. Miller
que, como otros trabajos que han revolucionado su campo, apenas ocupa un par de
páginas de la revista:
Sobre este asunto también se puede ver “Lo que se quedó en
el tintero del programa del 7 de marzo”.
EL NACIMIENTO DE LAS VACUNAS
Edward JENNER, un médico inglés, aficionado a la geología y la historia natural, que
tras declinar la invitación para embarcarse como naturalista en el segundo
viaje del Capitán COOK, ejercía la medicina un su pueblo natal. Nació el 17 de mayo de 1749 en el condado de Gloucestershire.
En la campiña inglesa era un lugar común aceptado que quienes
enfermaban accidentalmente de una relativamente leve afección del ganado
conocida como “viruela bovina” (producía en las ubres de los animales pústulas
similares a las que producía la viruela en humanos), luego no sufrían la
viruela humana.
El 14 de mayo de 1796 Jenner obtuvo fluido purulento de las manos
de una ordeñadora, las que más fácilmente se contagiaban de las vacas
infectadas con pústulas en las ubres y lo inoculó a James Phipps, un muchacho
de 8 años de edad, que, efectivamente se puso enfermo. Seis semanas después, le
inoculó viruela, pero el muchacho permaneció sano, sin sufrir la terrible
enfermedad.
Había inventado un método para prevenir la enfermedad
controladamente. Lo denominó “Vaccination”, del latín “vacca” y vaccinia”
(viruela).
Lo publicó como "Investigación sobre las causas y efectos de la viruela vacuna" y durante bastante tiempo fue un método repudiado por parte de la clase médica y la jerarquía de la iglesia inglesa.
Aquí se puede ver un buen documental del Canal Historia sobre Jenner y la vacuna de la viruela:
Pero en relación a esta vacuna, hay un episodio con
protagonistas españoles que es, a la vez, magnífico y dramático. Francisco Javier Balmis, cirujano de cámara de Carlos IV, transportó en
1803 la vacuna de la viruela hacia la América española y a Filipinas, donde la
enfermedad causaba estragos. Pero, ¿cómo transportar en aquella época una cosa
así? Pues manteniendo durante todo el viaje a alguna persona infectada de la
que, finalmente, ya en América, poder utilizar su pus infecto para vacunar.
Fueron 22 niños los que pasándose la enfermedad terrible de uno a otro durante
más de dos meses, transportaron la vacuna. Quizás los primeros héroes de la
historia de la medicina.
UN FÍSICO NUCLEAR (UNO MÁS) QUE DEVINO PACIFISTA
Andrej Sakharov nació el 21 de mayo de 1921. Ruso. Físico
que inició su andadura en la física teórica y el estudio de rayos cósmicos
hasta que, a finales de los años cuarenta, en el ambiente de la guerra fría que
se iniciaba, comenzó a trabajar con un grupo secreto para el desarrollo de una
bomba de hidrógeno, una bomba termonuclear, de fusión, no de fisión como había
sido la de Hiroshima, y en consecuencia, mucho más destructiva. Se le considera
el principal responsable de éxito soviético en la explosión de su primera bomba
termonuclear en 1954. (ver el “Tintero….” De la 2ª quincena de enero).
Sus investigaciones en este campo le llevaron a proponer métodos
de control de este tipo de explosiones,
y junto a I.E. Tamm, ideó lo que fue denominado “Tokamak”, un
dispositivo magnético de forma toroidal (como un donuts) que pudiera confinar
un plasma ionizado a temperatura extremadamente
alta, lo que sería la base para un reactor de fusión.
Sin embargo, en los años 60, al igual que hicieron otros
científicos en el bando americano,
derivó hacia la oposición a la proliferación nuclear y al activismo
político de defensa de los derechos humanos. Volvió a la física básica y la
cosmología.
En 1975 se le concedió el Premio Nobel de la Paz, lo que le
condujo a que se le desposeyera de todos los honores que le habían sido
concedidos en Rusia en su época de investigador armamentístico y que se le tuviera
permanentemente bajo vigilancia política y policial.
Su discurso de aceptación del Premio Nobel se titulo "Paz, progreso y derechos humanos" y se puede leer en este enlace: http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/peace/laureates/1975/sakharov-lecture.htmlv . El Premio tuvo que recogerlo su mujer, pues él no obtuvo permiso de salida del país.
Murió en diciembre de 1989. El Parlamento Europeo entrega
desde entonces el Premio Sajarov en su honor y en reconocimiento de la lucha por los
derechos humanos y las libertades civiles.
COMO VIVIR DE LOS FÓSILES: UNA BUSCADORA PRECOZ
Mary ANNING nació el 21 de mayo de 1799 y se hizo famosa
cuando no había superado los 12 años: la afición que le había inculcado su
padre por los fósiles, la necesidad de buscar sustento tras la muerte del padre (había
coleccionistas que pagaban por ellos) y, sin duda, uno “ojo” especial para su
búsqueda y localización (aunque es verdad que vivía en una zona, Lyme Regis, en la costa del Canal de la Mancha, con lechos marinos ricos en fósiles) le llevaron a descubrir un esqueleto entero de
Ictiosaurio, un monstruo de 10 metros proveniente del jurásico. Vendió muchos a los incipientes paleontólogos
y muchos más, de pequeños tamaño y tipos, a las gentes que iban a verla, de modo
que acabó siendo su modo de vida.
Sin estudios académicos, fue una autodidacta que llegó a
reconocer con solvencia fósiles y discutir con los especialistas que iban
apareciendo en la época. Todavía haría otro gran descubrimiento en 1823: un
fósil completo de Plesiosaurio.
A pesar de vivir en una época y una sociedad que no
permitía el acceso a la ciencia de las mujeres, de pertenecer a la clase
trabajadora y de ser una autodidacta que en ocasiones se quejó de los que los
hombre de ciencia académicos habían sacado de ella sin darle apenas nada a
cambio, el conjunto de sus descubrimiento finalmente llevó a la Geological Society
de Londres a nombrarla miembro honorario por su contribución a un nuevo modo de
entender la historia de la Tierra y los seres que la han habitado.
Detrás de ese aspecto tan común, era una mujer fuerte
y arriesgada en su ocupación: un deslizamiento de tierras estuvo a punto de
hacerla perecer en una de sus “cacerías”, aunque no pudo evitar que muriera su
compañero de fatigas, el perro Tray, que le acompaña en el retrato.
CICLONES, CORRIENTES MARINAS… Y UNA “MISTERIOSA” FUERZA
El 21 de mayo de 1792 nació Gustave Gaspard CORIOLIS, quien
estudiando el movimiento de cuerpos en un sistema no inercial llegó a la
conclusión de que en estos sistemas de referencia aparece, por efecto debido
exclusivamente a la aceleración del mismo, un efecto (Efecto Coriolis) que
hace que los cuerpos que se mueven sufran una desviación de su trayectoria
inercial.
A veces se le denomina “fuerza de coriolis”, pero no es
ninguna fuerza, es decir, no es el efecto de una interacción entre dos cuerpos.
Es solo el resultado de moverse o “vivir” en un sistema acelerado.
Explicaré un poco estas nociones.
Un sistema de referencia
no es más que un reloj y unos ejes que nos permiten situar con sus
correspondientes coordenadas a los cuerpos que están en ellos. Si las
coordenadas varían con el tiempo, sabemos que el cuerpo se mueve.
Si el sistema
de referencia se mueve a su vez (un barco en cuya cubierta se desarrollan
carreras, por ejemplo) y lo hace con una velocidad rectilínea y uniforme (el
barco moviéndose siempre con la misma rapidez y en línea recta), entonces los
fenómenos físicos que sucedan en el barco son EXACTAMENTE LOS MISMOS que los que
sucederían si realizáramos las mismas pruebas en tierra firme.
Es el “principio
de relatividad” (de Galileo, primero, de Einstein, un poco más potente,
después). Es decir, NO HAY MANERA, mediante un experimento físico, de decidir
si estás en reposo o te estás moviendo de modo rectilíneo y uniforme. Los
sistemas de referencia con esas características se denominan INERCIALES.
Pero ¿qué pasa si el sistema de referencia se acelera? Por
ejemplo, cuando un autobús o un tren inician su movimiento o cambian de
velocidad, todos hemos experimentado que debemos sujetarnos si no queremos
irnos hacia delante o hacia atrás. Es como si algo nos “empujara” en ese
sentido. Pero no hay nada que esté actuando sobre nosotros. Por eso esa
“fuerza” que parece que nos empuja (y que puede hacernos caer si nos
despistamos y la aceleración es muy brusca) se denomina en ocasiones “fuerza
inercial” o “fuerza ficticia”, no existe y es solo un efecto de estar
ocurriendo las cosas en un sistema de referencia acelerado.
La Tierra, como sistema de referencia, al estar siempre
girando sobre sí misma, es un sistema de referencia acelerado, no inercial. Y
en ella se ponen de manifiesto efectos que son producto de esa aceleración.
Quizás el más importante de todos ellos sea el “efecto Coriolis”, que hace que
los disparos, sean balas de corto alcance, proyectiles o misiles balísticos, se desvíen de
su trayectoria y haya que tener en cuenta el efecto Coriolis para dirigirlos
correctamente.
O más importante para nuestras vidas: las corrientes marinas
circulan en sentidos opuestos en los dos hemisferios; los ciclones y
huracanes también giran en sentidos opuestos en los dos hemisferios.
La
meteorología y la oceanografía, entre otras ramas científico-técnicas deben
mucho a Coriolis.
Y como esas actividades, en general, mejoran nuestras vidas, pues hay que reconocerle a Gaspard Coriolis su mérito.
En esta animación de la Nasa, se puede ver algo de lo
que he contado:
A continuación van unas cuantas ilustraciones bastante
claras sobre el efecto Coriolis y sus consecuencias más visibles:
En este esquema aparecen las distintas velocidades lineales de un
punto de la superficie terrestre.
A medida que vamos acercándonos a los polos, aumentando
la latitud, la velocidad va disminuyendo, pues recorremos mucha menos distancia
en el mismo tiempo. Esa es la causa de que en los desplazamientos con
componente norte/sur, aparezca el efecto Coriolis.
En este esquema el sentido de giro representado corresponde a anticiclones. Las borrascas giran en sentido contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario